Medellín vive uno de los momentos más dinámicos de su historia reciente. Con un aumento del 26% en viajeros extranjeros, más de 5.400 vuelos mensuales y una conectividad que la posiciona como la segunda ciudad del país con mayor tráfico aéreo, la capital antioqueña se ha consolidado como un destino clave para visitantes de Estados Unidos, Panamá, México, Costa Rica y República Dominicana. Según la Alcaldía de Medellín, el 95,6% de los viajeros llega por turismo, confirmando el auge cultural, gastronómico y experiencial de la ciudad.

En este contexto, llega Calya Provenza, el primer proyecto internacional de Moya Design Partners, la firma creada en Washington D.C. por la arquitecta colombiana Paola Moya, reconocida por su trayectoria galardonada en arquitectura, diseño de interiores, diseño visual y proyectos con impacto cultural. Este desarrollo marca la entrada oficial de la firma a América Latina con una propuesta que combina arquitectura, bienestar, sostenibilidad y talento local.

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Un proyecto boutique que transforma la hospitalidad en Medellín

Con 1.184 m² distribuidos en seis niveles, seis suites boutique, terrazas verdes y áreas sociales, Calya Provenza propone una experiencia de hospitalidad basada en el diseño consciente. Su arquitectura se inspira directamente en Medellín: una ciudad que florece entre montañas, que transforma su historia y que encuentra belleza en su resiliencia.

La fachada ondulante, las formas orgánicas y la narrativa basada en la orquídea —la flor más representativa del país— convierten el proyecto en un refugio sensorial que une arquitectura, naturaleza y calma.

“Calya es una pausa consciente en el corazón de Medellín, un espacio que no busca impresionar sino hacer sentir”, explica Paola Moya, creadora del proyecto y CEO de Moya Design Partners.

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Impacto económico y creativo: inversión, empleo y talento local

Desde su concepción, Calya ha sido un proyecto profundamente local.
Más de 60 profesionales colombianos —arquitectos, ingenieros, artesanos, diseñadores y artistas— participan en su desarrollo, y actualmente 27 personas trabajan directamente en la obra.

Con una inversión cercana a los $12 mil millones COP, el 90% de los recursos se ha destinado a proveedores, materiales y mano de obra de Medellín. Cada superficie, mueble y pieza decorativa ha sido creada o fabricada en la ciudad, fortaleciendo:

• la economía del diseño,
• los oficios tradicionales,
• y la cadena de valor creativa.

Una vez en operación, Calya atraerá turismo nacional e internacional, impulsando el comercio, la oferta de servicios y la actividad cultural de Provenza, una de las zonas más vibrantes y visitadas de Medellín.

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El ADN de MOYA: diseño con propósito y visión global

Con más de 150 proyectos ejecutados y casi 20 millones de dólares en ingresos acumulados desde 2018, Moya Design Partners ha liderado más de 80 desarrollos arquitectónicos en Estados Unidos, incluyendo estudios para el Museo Nacional del Latino Americano, el Museo Nacional de la Mujer Estadounidense y proyectos residenciales de alto impacto social como The Bridge.

Su trayectoria también incluye más de 20 proyectos de interiores y más de 50 proyectos de identidad visual, algunos exhibidos en SXSW y en espacios públicos simbólicos como Black Lives Matter Plaza.

Para Paola Moya, Calya Provenza representa un regreso emocional y creativo:

“Quería que este primer proyecto en Colombia fuera mi forma de agradecer y de aportar a un país que inspira, que crea y que se reinventa. Calya es una invitación a ver el diseño colombiano con ojos globales”.

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Un refugio de bienestar con visión de futuro

Calya busca convertirse en un referente de hospitalidad boutique en Medellín, con una proyección de 70–80% de ocupación durante su primer año de operación. Sin embargo, su impacto va más allá de la cifra: el proyecto aspira a ofrecer un espacio donde la luz, la textura y el silencio acompañen la experiencia de bienestar físico y emocional de los visitantes.

Más que un edificio, Calya se integra al barrio como un organismo vivo: revitaliza el entorno con vegetación, celebra los oficios locales y propone una nueva manera de habitar Medellín desde la calma, la contemplación y el diseño consciente.